Bueno amigos, ya es 1 de enero, hoy toca que los que bebieron demasiado renieguen del alcohol y las que bailaron más de la cuenta juren que jamás volverán a ponerse unas sandalias de tiras. También es el día en el que solemos redactar la lista de propósitos para el año que empieza. Esta es la mía:

Propósito número 1
Conservar a mis amigos. Este año ha sido un año de buena cosecha en ese sentido… no siempre es así, pero 2006 me dio la oportunidad de conocer a buena gente, y lo que es todavía mejor, de re-conocer verdaderos amigos en gente a la que hasta ese momento había visto mucho pero mirado poco.

Propósito número 2
Sobrevivir en el trabajo. En esa especie de oficina siniestra donde me paso 8 horas diarias, pasar desapercibida es difícil, para que vamos a negarlo (tendríais que ver lo discreto que es mi despacho actual), pero vaya, que se puede intentar.

Propósito número 3
Hacer muchas veces lo que más me gusta. Leer, escribir, escuchar música, aprender a manejar los nunchakus, pedir un abrazo, darlo, caminar por Barcelona, tomar café solo pero nunca sola, estudiar, aprender, escucharlos secretos y no contarlos, querer y dejar que me quieran, y continuar acudiendo a este club cada semana.

Y ya está. Lo de aprender inglés y apuntarme a un gimnasio (dejar de fumar lo conseguí por fin hace años) tendrá que esperar, porque este año deseo firmemente cumplir lo que me propongo, así que he optado por ser realista y porque así, a unas malas, si en febrero veo que no voy por buen camino, siempre me puedo reenganchar al Año Nuevo Chino y volver a lo del gimnasio y el inglés.