Hoy vuelve a tocar post de libros. En este caso os voy a recomendar dos, pero son unos libros tan especiales que sólo le gustarán a algunos de vosotros.

“Déjame entrar”, de John Ajvide Lindqvist, no es un libro fácil. ¿Literatura de misterio?, ¿Fantástica?… a mí me pareció una gran novela de amor, de un amor extraño (¿cuál que merezca la pena no lo es?), pero de amor al fin y al cabo. Se supone que es una novela de vampiros, pero no da miedo; los asesinatos son truculentos, pero encajan perfectamente en la sucesión de los hechos, como en un puzle. Me encantó este libro… tanto que después vi la película, también bonita, pero que sólo apunta caminos que se desarrollan en el libro ampliamente, e incluso que obvia algunas de las tramas. La novela trata el tema del bullying sin delicadeza ni paños calientes, también habla de la venganza y del papel secundario que juega el sexo en el amor (no así en la vida). Os la recomiendo si estáis dispuestos a leer sin prejuicios, a “escuchar” lo que el autor tiene que deciros y después, sólo al cerrar el libro, opinar sobre el conjunto del texto. Me da un poco de miedo que la popularidad trivialice el mensaje de la novela… “los” mensajes de la novela, que al final son muchos y ninguno banal.

El siguiente libro que os recomiendo es una auténtica joya, “Música para camaleones” de Truman Capote. Una sucesión de cuentos, o mejor de novelas cortas (algunas muy cortas, eso sí), escrita por un auténtico malabarista de las palabras. Capote decía que este era su mejor libro, porque en él había realizado ejercicios estilísticos, que mejoraban todo aquello que había de mejorable en sus novelas. Según él, al cabo del tiempo, pulió los errores de “A sangre fría” en “Ataúdes tallados a mano”, por ejemplo. La verdad es que TODAS y cada una de las historias enganchan y son agradabilísimas de leer. Es uno de esos libros escritos para ser leídos en voz alta, ¡tan bien suenan las palabras!

Otra ventaja que tiene “Música para camaleones” son los títulos de los relatos. Reconozco que esa es una de mis debilidades, alguien que no sepa “titular” no puede saber escribir, ¡ese es mi lema!. Y aprovecho el momento para decir aquí que esa es una de las razones por las que no puedo resistirme a las películas de Isabel Coixet, sé que esta última ha tenido malas críticas en Cannes, pero ¿cómo dejar de ir a ver una película que se titula “Mapa de los sonidos de Tokio”? (la mejor, por todo, “La vida secreta de las palabras”… ¡imposible un título más bonito!).

En fin, si no sabéis qué leer el próximo mes, estas son buenas opciones. A mí al menos me han hecho pasar ratos muy agradables, y me han ayudado a reflexionar, que al final es lo que importa.

¡Hasta la vista socios!