Ayer acabé de leer el libro de Italo Calvino, “Las ciudades invisibles” y me dormí inmersa en un mar de dudas. Me gustan los libros que me sugieren preguntas difíciles de contestar, y este es uno de ellos.
El libro es un recorrido imaginativo por ciudades inventadas (dice el autor, aunque a mí me han parecido reales, pero sometidas a una determinada mirada) y está escrito con una riqueza de adjetivos que llama la atención, en un momento en el que la prosa se está empobreciendo a velocidad de vértigo; sorprende también esa habilidad de construir a base de palabras, con un lirismo que te envuelve y te conduce de un sitio a otro, gracias al poder creador que contiene.
No os voy a contar la historia, ya se ha hablado bastante de las conversaciones gestuales entre Marco Polo y Kublai Kan. Os animo a leerlo, eso sí, pero aviso que es pa’ gente rarita como yo 🙂.
Todavía estoy rumiando porqué unas ciudades me angustiaban y en otras podía verme caminar como un habitante más. ¿Porqué Eufemia sí y Cloe jamás, por poner un ejemplo?. ¿Qué representan en realidad esas ciudades invisibles de Calvino?, ¿el sitio donde habitamos, el que deseamos habitar, del que huiríamos si pudiésemos…?. El relato está lleno de lugares, pero también de llegadas y de partidas, de abandonos, de pérdidas y de renuncias.
Reconozco que la posibilidad del psicoanálisis (que me asalta periódicamente, aunque la rechazo siempre, tal vez porque sé que la libertad plena no existe y es más doloroso saber que sospechar) se me ha vuelto a plantear… ¡la sensación de encontrar una nueva ciudad en cada página era tan gratificante!. Quizá por eso la lectura de esta no-novela, no-poesía de Calvino me ha gustado tanto y tanto.
Qué bonito libro. ¡Gracias Patricia! . Ya sé que aconsejo siempre que no me regalen libros, porque es difícil conocer mis gustos; pero cuando alguien acierta y me obsequia con el precioso tiempo invertido en leer un texto que me conmueve, se produce el milagro y es lo mejor que me pueden regalar… sólo puedo decirte que acertaste, querida 😉
¡Feliz domingo a todos y hasta la vista!
¡Feliz domingo a todos y hasta la vista!
www.elclubdelosdomingos.com
Egunon Francesca: Lo cierto es que a mí me pasa lo mismo y siempre he pensado que tenía que ver con las ciudades a las que pertenecí en mi infancia. Porque esas ciudades son mi niñez. Es una sospecha:-) Pero creo que el psicoanálisis es una constante sospecha. Y creo que se sufre más con la sospecha que con el saber. Pero creo (mucho creo no?:-) que el conocimiento, es ineludiblemente, más sospecha que saber!.Y por lo tanto, más sufrimiento.
Gracias por sugerir este libro y por la delicadeza y prudéncia en hacerlo, solo por esto voy a hacerme con un ejemplar y rozar con los dedos uno de los aspectos que me han perseguido [sin obsesionarme eh;-)] en este periplo itinerante, de ciudad en ciudad, que es mi vida.
Gabon Idoia. Como ya te he comentado en ese otro espacio que compartimos, tu comentario aporta valor al post, sin duda, porque detecta una trampa mental en la que he caído: pensar que lo que se sabe es necesariamente cierto, cuando la verdad, quizás ni exista… y sólo quede la sospecha. Dejémoslo entonces en que mientras sospeche yo sola, no pensaré que estoy en lo cierto y sufriré menos (una tiende a creer más la sospecha compartida) 🙂
cumClavis, gracias a ti por los adjetivos. “Delicadeza y prudencia” dices… ¡mucho me parece! Espero que el libro no te decepcione… ¿qué digo?, ¡sé que no te decepcionará!… es pura artesanía de la palabra, un placer ver como se construyen universos ante tus ojos, con la sola materia del lenguaje… ¡te va a gustar seguro! 🙂
Gracias a los dos por pasaros por aquí. Un placer.
¡Menos mal! Estaba deseando saber cómo te había ido el viaje, y me alegra saber que te ha despertado dudas y que has disfrutado del camino. ¡¡¡Sabía que contigo valía la pena arriesgarme!!!
Patricia, agitaste la coctelera en el momento justo 🙂 Puedes arriesgarte cuanto quieras… soy de naturaleza agradecida, ya sabes.
Qué bueno leerte (por cierto, que esta semana pongo lo de Pablo sin falta, que me gustó de verdad). Besos.
Yo también me he quedado con una sensación agradable al leer esta entrada, y ya queda asociada a la lectura que alguien hizo de este libro que mencionas.
Hola Icíar, espero que esa otra persona también haya disfrutado con la lectura del libro y que eso te anime a leerlo tú también! Un abrazo.
Releo esta entrada, por culpa de otra que pondrás en el futuro. Ya lo tengo en los primeros puestos de mi lista de libros pendientes.