Yo no soy proclive a creerme esto de los premios y confieso que, desde que en 1996 la Fundación Príncipe de Asturias concedió su Premio de las Letras a Francisco Umbral, he venido arrastrando un rechazo al jurado (algunos de sus miembros sigo sin comprender con que criterio han sido designados) y a la institución.
Los posteriores reconocimientos a Álvaro Mutis (1997), Francisco Ayala (1998) o al mismísimo Paul Auster (2006), no habían conseguido congraciarme del todo con el galardón, aunque confieso que lo había dejado de mirar con resquemor desde su concesión a este último; pero este año el Premio ha sido para Amos Oz… y mira, ¡soy feliz!
Amos Oz es ciertamente un escritor de minorías, pero también es el mejor escritor con el que he compartido época y, sin ninguna duda, una de las mentes más preclaras que existen por lo que respecta a su concepción del mundo.
Sólo deseo que este premio sirva para darlo a conocer, para que se traduzcan todos sus libros y para que se multiplique la publicación de sus artículos en los diarios.
Amos Oz, el escritor de novelas en las que no pasan cosas, sino pensamientos, merece que todos tengáis la oportunidad de leer uno de sus libros; después podréis decir si os gusta o no, pero estáis avisados: si os toca el corazón una vez, ya no podréis dejar de leerlo nunca más.
Me atrevo con dos recomendaciones: ‘No digas noche’ para los que queráis saber un poco más sobre el amor y ‘El mismo mar’ para los que queráis conocer de verdad, de que va esto de vivir.
M’apunto a «El mismo mar», doncs. Francament, no he llegit res d’en Oz, així que el teu suggeriment va directe a l’agenda…
Ferran, digue’m agosarada (de fet no tinc cap dada objectiva per dir això)… però estic segura que t’agradarà! Ja m’explicaràs.