Definiteserenade3. Blood smeared. En Flickr, con licencia CC
«– Si quieres una rosa roja -dijo el rosal al ruiseñor- tienes que hacerla con música al claro de luna, y teñirla con la sangre de tu propio corazón. Tendrás que cantar para mí con el pecho apoyado en una espina. Cantarás para mí durante toda la noche y la espina te atravesará el corazón, y la sangre de tu vida correrá por mis venas y se convertirá en sangre mía.«
O. Wilde. El ruiseñor y la rosa y otros cuentos de hadas. José J. de Olañeta, Editor. Palma de Mallorca, 2004.
www.elclubdelosdomingos.com
Hummm, nocturnitat, amor i sang… Em porta connotacions delicioses i em recorda un fragment d’en T. Gautier(meravella de la Literatura gòtica…): “Una gota, sólo una gota roja, un rubí en la punta de mi aguja… Puesto que aún me amas no moriré… ¡Oh, pobre amor!, beberé tu hermosa sangre de un púrpura brillante. Duerme mi bien, mi dios, mi niño, no te haré ningún daño, sólo tomaré de tu vida lo necesario para que no se apague la mía”.
Porque es de Oscar Wilde y de uno de sus cuentos, porque si no le diría, me conformo con una blanca.
Dejando el cinismo aparte, supongo que podría merecer el esfuerzo.
Demasiado sadomaso para mi tierno e ingenuo coranzocito. Me ha dado vertigo tanta sangre. Tuve una novia posesiva que me decía cosas de esas, así de «espinosas»…. vaya tía, y no recuerdo que leyera a Oscar Wilde, pero igual sí. Quien sabe, algun asesino seguro que ha sido poeta, digo yo. :-((
Besos, Francesca…
¡Qué gran cuento pero que triste! Cuando lo leí me quedé muy chafado
Yo soy como Amalio, a mi tanto sadomaso y tanta sangre como que no ….
@Dampyr. Supongo que conoces el cuento y ya sabes que no va de vampiros, sino de generosidad y de ingratitud. La historia me pareció sencillamente deliciosa y la imagen de la rosa embebida de la sangre del ruiseñor, de una gran potencia poética. El fragmento de Gautier es precioso, el lunes próximo, a más tardar, empezaré la lectura de la reedición de “Vampiros” que acaba de publicar Atalanta y disfrutaré de esa “muerta enamorada” que con tanto acierto has sacado a relucir aquí. Gracias por venir. Un abrazo.
@Icíar. De todo el libro es el único cuento que realmente está a la altura de Wilde… pero sólo por leerlo vale la pena comprar el libro. Pues fíjate que a mí las rosas rojas no me han gustado nunca y ahora las miro con otros ojos… pensar que están teñidas de sangre de ruiseñor… ufffff…Gracias, guapa, besos.
@Amalio. Esa exnovia tuya le ha hecho mucho daño a la literatura, apartando a un corazón tierno como el tuyo de un cuento como el de Wilde 🙂 … si es que hay que ir con ojo a la hora de enamorarse, que el otro se va pero el trauma se queda pa ti pa siempre… Un asesino poeta… mmm… nostamal! (como concepto, digo…). Besos y gracias por aceptar el reto!
@Luis. Es un cuento maravilloso… triste, sí, pero real como la vida misma. Das sin que te pidan, te crees que todo el mundo siente la pasión como tú… y entregas tu vida pa’ na’… Por cierto, ¿tú eras ese al que la poesía no le gustaba, verdad?… ay, pues si este cuento no es poesía… Gracias por pasarte. Un abrazo.
@Juana. Lee el cuento y después me dices qué opinas… es genial, nada de sadomaso, de verdad (aunque entiendo que el fragmento suelto os lo haya hecho pensar). Es profundo, intenso y sin una coma de más, como todo lo que escribe Wilde. Besos Juana, gracias por venir por aquí… cada día coincidimos en más sitios! 🙂
Qué gran lección la del “maestro”: “si quieres que algo exista solo para ti, algo de ti has de ceder para que así sea”.
Cada un@ puede escoger pero eso supone, primero saber…
@cumClavis. Pues sí, en la vida, como en el arte, no existe el asepticismo; uno siempre deja algo suyo allí donde deposita su mirada, y al hacerlo, convierte aquello en exclusivo. Nadie ve el mismo color, ni lee el mismo libro, ni ama a la misma persona… Una vez tuve una discusión con una amiga sobre si lo que hacemos es “prestar” o “ceder”… siempre he creído que es esto último, porque nosotros tampoco emergemos igual del combate, la experiencia nos cambia… No recordaba que fuera de Wilde, ahora supongo que lo leí y lo asumí como mío. No importa. Todo se aprende de alguien y, como bien dices, él es sin duda “el maestro”. Gracias por pasarte por aquí. Un placer, como siempre.
(doy por sentado que la frase es de Wilde y que compartimos “maestro”… ¿pretencioso, tal vez? =)… corrígeme si me equivoco, por favor, al que dijo eso –si no fue él- también habrá que leerlo! :-D)
Ho he vuelto a leer esto http://www.adelat.org/index.php?title=la-flor-roja-con-el-tallo-verde y me he acordado del post
@luis. Bonito cuento… y buen mensaje, las escuelas (y los adultos, en general, me atrevo a decir) matamos la creatividad de los niños, enseñar es otra cosa… ¡suerte que, de vez en cuando, uno se encuentra con docentes (y padres) como la segunda maestra!
Gracias por volver 🙂 Un abrazo!