La vida del escritor de blogs es extraña. El viernes por la mañana monté el armazón de un post que debía publicar hoy; suelo hacerlo así, un día cualquiera de la semana se me ocurre la idea y construyo un esquema que voy completando y que el mismo domingo, antes de publicar, modifico, porque el vértigo de mostrar lo escrito me hace quitar algunas frases y darle un giro a otras. Y a veces, de esos cambios de última hora, obtengo aquello que más me gusta.
Hoy iba a hacer eso, ayer tuve trabajo y no repasé la entrada, pero no me preocupé porque pensaba que estaba ya prácticamente lista. Entonces recibí una carta llena de frases maravillosas, que se me quedaron enganchadas en la piel y han revivido esta mañana, con el café… porque al sentarme ante el teclado, beber el primer sorbo y aspirar profundamente para llenar mis pulmones de energía antes de atacar el texto… en ese corto trayecto que recorren las palabras, desde nuestro cerebro hasta las yemas de los dedos, prestos ya a trotar sobre las teclas, el viejo post se ha perdido y han empezado a brotar libros danzarines, pequeñas hadas correteando por calles de baldosas luminiscentes, señores con chaleco y bigotito, damiselas lánguidas, terrazas llenas de alhelíes y ponis con crines plateadas y centelleantes. De mis manos ha goteado una vida muy distinta a la mía, que sin duda esa carta encerraba y que, al yo leerla, se ha desparramado sobre la pantalla, como una mancha líquida, imposible de controlar.
Hay gente que cuando escribe es como si sembrase las palabras. Las deja en ti para que crezcan; ahora o más tarde; tal vez nunca, si no te las mereces. Hay personas que, sencillamente, han nacido para escribir. A veces no lo saben, no se lo creen, o no se atreven a enseñarle al mundo de lo que son capaces… y entonces se ponen a escribirle una carta a una amiga y bajan la guardia, se permiten decir lo que quieren decir, como lo quieren decir, empiezan con un “¿Puedo hablarte de otra cosa?” y acaban convirtiendo, tras un paseo por su corazón, una tarde hermosa en una hermosa tarde… que no es lo mismo, ¡algunos lo sabemos y distinguir eso nos colma de felicidad!
Al final no he hablado de cosas tan distintas, porque lo que venía a decir el viejo post descartado, era que, tener un blog, es un privilegio para aquellos a los que escribir nos reconforta, y que nunca antes fue tan fácil como lo es ahora, alojar nuestras palabras en corazones ajenos y acercarlos así al propio. Por eso, cuando conozco a alguien con esa capacidad, le insisto para que escriba (aunque a veces no me hacen, no me hacéis, caso), porque creo que, algunas personas privilegiadas, viven la vida en forma de pequeñas historias que deben contarnos, para que nosotros, al escucharlas, cambiemos de orden los adjetivos que nos rodean.
Siempre he pensado que ellos, los adjetivos, son lo más importante de la existencia, los que la hacen singular, los únicos que obligan a la biología a doblegarse, porque en su mano está que una vida hermosa, se convierta en una hermosa vida… ¡y eso es importante!… en realidad ¡eso es lo más importante!
¡Feliz domingo!
…………………………..
Esta ha sido una semana dominada por el trabajo. Por el buen trabajo, diría yo. Por ese que te acerca a personas que un día se cruzaron en tu camino y te hicieron pensar que valdría la pena intentar hacer cosas juntos. Hacer es un bonito verbo. En estos tiempos se habla mucho de diseñar, parametrizar, crear, idear, analizar, estudiar… son verbos que están bien, me gustan, pero sigo pensando que HACER es el más bonito de todos, el que más nos acerca a la realidad de las cosas sencillas, el que nos ayuda a convertir los sueños en materia y, sin ninguna duda, la mejor manera de aprender.
Sí, definitivamente, ha sido esta una gran semana.
www.elclubdelosdomingos.com
Buenos días!
Y que lo digas que lo ha sido, porque tus palabras me han atravesado, y justamente hoy me levanté con ira hacia lo imposible, lo que no podemos cambiar.
Sin duda disponer de un blog calma, alivia, alegra, te hace crecer interiormente, sólo puedo decirte que a mí personalmente me ha aportado y me aporta muchísimo, y apenas llevo tres meses descubriendo y aprendiendo cosas nuevas, a compartirme sin miedos, a expresar mis ideas y mis sentimientos, alejándome del qué dirán los que no entiendan, acercándome a esta frase que resalto de tu post : «alojar nuestras palabras en corazones ajenos y acercarlos así al propio. «.
En mi caso, no sé a ciencia cierta cómo surgió mi decisión de montar un blog, fue casualidad, un día apareció en mi pantalla el blogger diciendo «crea tu blog, es muy sencillo», y probé sin más, sin pensar qué iba a poner o decir; o más bien creo que alguien me alentó indirectamente durante cierto tiempo a escribir y mi interior transcribió sus deseos en acciones sin darme cuenta…
Gracias por estar, por compartir, por ayudarme tanto sin pedir (fuiste de gran ayuda en mi blog), por escribir, y por mostrarnos una parte de tu corazón.
Besos.
Es cierto que hay personas que son capaces de contactar contigo de manera sencilla, directa y rápida sin que ello se vea extraño pero no por ello deje de ser diferente, placentero y emotivo… Creo que se ha de deber a la libertad emocional de cada uno, algo que no todos desean y a lo que se llega desde la más absoluta soledad…y es que desde mi punto de vista, la soledad [la interior, eh?] es la que crea el contacto más delicioso, quizás por el deseo que emana.
Hablar y escribir es distinto…escribir exige una dosis más de soledad que muchos no están dispuestos a soportar y que debes conocer muy bien.
Buen domingo!
@Begoña Gamonal. Gracias por lo que dices. Tú eres una de esas personas a las que me gustaría leer en prosa. En verso me gustas, pero a veces me resulta doloroso el esfuerzo personal que implica meterse en el verso y hasta que no se me calme un poco el corazón, prefiero no hurgar en él demasiado… Pero cuando alguien escribe buenos versos, siempre siento curiosidad por leerlo en prosa, porque los poetas dominan el arte de adjetivar con delicadeza.
Detrás de todas nuestras decisiones siempre suele haber alguien, a veces ni siquiera es cercano, incluso puede que nos hiciese un comentario de pasada, que nos reafirma en lo que ya sabíamos nosotros, pero que es ese empujón que nos tira a la piscina.
Yo sólo te ayudé por egoísmo: quería que siguieses escribiendo, así que no me des las gracias por eso.
Besos a ti también y que sepas que me encanta verte por aquí (en cuanto me cure de esa tristeza reciente, te visitaré más, lo prometo :-D)
@cumClavis. Ayer mismo se lo decía a otro amigo, vivimos en una sociedad que nos anestesia… evitar el dolor es evitar la vida… huir de esa soledad interior que tan bien describes, es directamente no vivir, porque te pierdes las emociones más intensas, las que nacen justo del centro de uno mismo.
Y sí, escribir es distinto que hablar y me gusta… pero también me gusta leer… ay, si convencieses a ese amigo tuyo para que saliese de vez en cuando de la cripta y nos dejase alguna joyita propia… lo que me gustaría a mí leer eso… 😉
¡Buen domingo para ti también!
Hoy has estado genial. Siempre encuentro en tus textos párrafos o frases que se me enganchan, hoy me quedo con lo de aquellos que nos siembran palabras que brotan si las merecemos. Intentaré que me crezcan éstas.
Yo (a Begoña)sí sé dónde decidí iniciar el blog: en la cubierta de un velero, viendo pasar entera la noche portuguesa, que era «una hermosa noche».
Gracias, Francesca y que tengas un hermoso domingo, con café, cartas y sin tristeza.
Ug
@Tío Eugenio. Es la manera más bonita de decidir empezar un blog que conozco hasta el momento… en la cubierta de un velero, viendo pasar una noche portuguesa (que no es cualquier noche, lo digo completamente en serio)… pues mira, no sé yo si hubiese pensado en lo del blog en un momento así… ¡mi decisión fue tan prosaica!… me lo pusieron como deberes de clase… si alguno de los presentes ha empezado a escribir un blog por un motivo más soso, por favor, que levante la mano.. y en cambio, me está dando una de satisfacciones el animalillo… 🙂
Mis palabras crecerán y me pasaré por tu blog para ayudarte a recoger los frutos, si es menester. Ya te he dicho lo que pienso de tu último post, no diré más… Nos leemos… ¡que pases un maravilloso domingo tú también!
Me he quedado sin palabras, porque es imposible describir mejor lo que se siente cuando lees algo que te sube al cielo …. la soledad, el dolor …. cuando las integras, te llevan al éxtasis …. cada vez entiendo mejor a los místicos.
Me gusta ser una «vagabunda» en internet, ir de aquí allá sin terminar de quedarme en un sitio concreto, me gusta escribir en vustros preciosos rincones que se llenan de flores ….. ¡como me gusta!
¡Gracias por existir!
He descubierto recién el arte de escribir y trascender,sembrar palabras…me gusto esa expresión
@Juana. Tienes razón con lo de los místicos, ellos vivieron como nadie la soledad interior a la que antes ha hecho referencia @cumClavis y eso es básico para vivir tanto lo bueno como lo malo con intensidad. Y es que si te arriesgas a dejar que la vida te golpee… resulta que descubres que, a veces, también te acaricia… ¡y eso vale la pena!
Puedes vagabundear cuanto quieras, Juana, pero no te olvides de pasarte por aquí a tomarte un café conmigo de vez en cuando… pondré flores en la mesa, ahora que sé que te gustan 😉
¡Un abrazo de esos bien apretujaos!
@José Luis Contreras Muñoz. Gracias José Luis, deduje que eso fue lo que pasó… anoche las hadas no estaban y hoy bailaban entre libros… los duendes cultivaron las semillas mientras yo me limité a dormir plácidamente, ¡no pudo ser otra cosa!
Francesca, qué chulada de post. Me has dejado perplejo. Vaya festival de palabras tan bien encajadas. Por dios, si es que te ponía yo a escribir “notas de cata”, y venderíamos todos los vinos de la estantería.
A ver, chavala, cómo puedes condensar tantos sentimientos de esa forma: ¿tienes algún teclado mágico, especialmente ergonómico, que te dicte palabras? Dime cómo te lo has hecho, venga, libera ese secreto, y se lo vendemos a Google.
En fin, me has tele-transportado. El post enterito no tiene desperdicio. Hablas del bloguero y de escribir, y ya sabes que es un tema que me interesa un montón.
Me ha pasado eso que cuentas muchas veces, lo de tener un post en la cabeza, con su armazón lista, y entonces se me entrecruza otra historia que me inspira más, y es la que termino publicando. La nueva idea sale rápido, a ritmo vertiginoso, y entonces te das cuenta que es lo que tenías que escribir y no lo sabías hasta que la encontraste.
He disfrutado mucho con esta narración: “el viejo post se ha perdido y han empezado a brotar libros danzarines, pequeñas hadas correteando por calles de baldosas luminiscentes, señores con chaleco y bigotito, damiselas lánguidas, terrazas llenas de alhelíes y ponis con crines plateadas y centelleantes”. Y también con esta idea: “Hay gente que cuando escribe es como si sembrase las palabras. Las deja en ti para que crezcan; ahora o más tarde; tal vez nunca, si no te las mereces. Hay personas que, sencillamente, han nacido para escribir”.
Lo de “bajar la guardia” y permitirse “decir lo que quieres decir, como lo quieres decir” es una experiencia formidable. Me ha pasado, y puedo atestiguar que de esa forma de crear ha brotado lo mejorcito que he escrito.
Por último, te agradezco el homenaje que has hecho a la palabra HACER. Está bien decirlo en estos tiempos en que parece que “idear, diseñar, analizar, criticar” es lo más importante.
Admiro profundamente a los “hacedores” porque predican con el ejemplo, y suelen ser mucho más humildes que los cuentan batallitas teóricas porque saben reconocer la complejidad de impulsar cualquier cosa. Eso los empequeñece, y de esa cura de humildad brota una forma sanísima de expresarse. Un beso fuerte de un señor rendido a tus pies
@Amalio A. Rey. ¡Sabía que te gustaría mi homenaje a ese bonito verbo… HACER! Si me preguntasen qué es lo que me gustaría ser, quiero decir si me lo preguntasen ahora, que es cuando se deberían preguntar estas cosas y no cuando eres un crío, diría sin duda que “hacedora”… me encanta ver una idea transformada en algo tangible y saber que en alguna medida, he contribuido a materializar un sueño.
Respecto a escribir, ya sabes lo que opino… te haces el remolón, pero sé que acabarás cayendo en ese blog al que yo te empujo (porque también intuyo que vas ser feliz allí) , tienes madera de desgranador de historias, lo veo… y yo sé ver esas cosas.
Monta lo de las catas Amalio, va, yo de vinos no entiendo y a lo mejor el primero me salía regular, pero a la que probase 5 me iba a volar la imaginación que iba a dar gusto… anda, no lo dudes, ¡organiza eso y salimos de pobres, hombre!
Un besazo… uix espera, si estás rendido a mis pies me tendré que agachar… esto no me lo repitas mucho, que no tengo yo la espalda pa’ muchas fiestas 🙂
Francesca, me acordé de ti esta mañana cuando paseaba por la cuesta de Moyano curioseando entre los puestos, esperando encontrar algún libro que me buscara. La mañana ha sido espléndida en Madrid y atravesar el Retiro ha sido un regalo antes de desembocar en la estatua de Baroja que abre la puerta a esa cuesta de casetas desvencijadas repletas de libros viejos y nuevos, raros y obvios. Me acordé de ti por que no encontraba ningún libro que me buscara hasta que llegué a una caseta con el nombre Velintonia,3 donde me esperaba un libro de Miguel Angel Velasco, poeta que no hace mucho me recomendara @arati. No es la miel salvaje, que es el título que sugirió sino Ánima de cañon editado en este año 2010 en el que Velasco ha muerto.
De vuelta a casa, donde me esperaban unas judías pintas (nada cool tampoco) que preparé esta mañana, me enredé maquinando con las señales o los destellos que a veces nos llegan a través de las palabras, de los libros, de quien escribe, de quienes leen: @josegll se encuentra con @arati y @FrancescaBcn un domingo por la mañana paseando por la cuesta de Moyano. Bueno, luego he leído tu entrada y aunque yo no he tenido una semana demasiado propicia, me he sentido reconfortado con la serenidad de tus palabras, con la sencillez de lo que cuentas. Un placer. Y me he puesto a escribirte este comentario en vez de irme a dormir la siesta después de las judías pintas. Ya sabes.
@Jose. ¡Gracias, Jose, por regalarme tu siesta! Cuánta razón tienes cuando dices que los libros nos buscan y qué bonito hubiese sido pasar la mañana en el retiro con @arati y @josegll y dejando que Miguel Angel Velasco nos encontrase, además, en Velintonia, 3 (aunque en cierto modo lo hemos hecho… al contarme tu paseo casi podía notar la brisa dándome en el rostro y oír vuestras risas; yo, que hablo tanto, me embeleso ante esas casetas y seguro que hubiese estado como tonta sin decir palabra).
Las semanas no siempre son propicias, pero tampoco son eternas. Nada lo es si nosotros no queremos que lo sea.
¡Qué alegría descubrir en ti un amante de los libros! Hay que ver cómo somos, nos reconocemos allá donde vamos, incluso en Internet, con lo grande que es este barrio y acabamos juntos hablando de libros por los rincones.
Te pedí que volvieses y lo has hecho. Gracias por eso también. Un abrazo.
Sembla mentida com contagies alegria i optimisme 🙂
Bon dilluns i bona setmana!
Petoons!
@DooMMasteR. Gràcies!!!… però recorda que bona part del que transmet la lectura ho posa la interpretació del lector… és a dir que bona part d'aquesta alegria i optimisme que creus que t'he contagiat jo, és teva i només teva 😉 Bon començament de setmana. Petons!
Ostres, jo també hi veig un optimisme desbordant i alegre.
@Joan. D'acord, Joan, però és tan meu com teu!!! Fins aviadet! 🙂
Fa 2 apunts que no et comento, tot i haver-me'ls llegit tots dos, però és que et superes tant que em superes i no sé què dir… 😛
Escrius tan bé i t'expliques tan bé com en aquest cas quan dius… «Hay gente que cuando escribe es como si sembrase las palabras.» que, francament, em tallo i penso que per dir-te què maco, no cal.
O sigui que ja saps, si no et comento és per massa bona 😉
Petons, Francesca, maca!
@Rita. No diguis això! Sempre he volgut que aquest fos un Club de veritat, on tots us sentíssiu a gust (de fet el que m'agradaria és poder-vos servir alguna coseta quan veniu, però haurem d'esperar a la web 20.0 per poder fer-ho).
Tampoc et sentis obligada a comentar, ni una cosa ni l'altra, ja saps que jo sóc dolenta per això de tornar visites, passo tot el dia amorrada a l'ordinador i no tinc temps de passejar pels blogs… és un contrasentit, però és real…
Gràcies per passar per aquí i per saludar, no deixis de fer-ho mai si et bé de gust… m'ho promets? 🙂
Petons… aviat dels de veritat… ja en tinc ganes!!!
Yo reconozco en ti a una escritora. La entrada te ha salido muy poética. Pero diría que un blog no sólo es para el escritor, aunque lo parezca porque en él sólo se escribe.
Te lo digo, por propio ejemplo. En mi caso no hay esa necesidad de escribir (de hecho se nota y no me importa decirlo), a veces uno busca poder retener las ideas, que nos parece que no, pero se pierden. Así que cuando leo un libro por ejemplo, me gusta retener las 4 ideas que ese libro me dejó, por ejemplo.
Besos
PD: ¿A sí que va a salir la famosa entrevista? ¡Genial!
@Icíar. Gracias Icíar. Por supuesto que hay muchos tipos de blogs, yo misma tengo otro que únicamente para temas laborales. Pero algunos blogs, como este, sí son un refugio… más que escritores (al menos en mi caso) somos escribientes con necesidad de hurgar un poco más que el resto en nuestras emociones y que, por algún extraño motivo, nos gusta exponer a los demás… sospecho que a modo de cebo para convocar espíritus afines.
Pero es jueves y está siendo una semana agotadora, de manera que igual me equivoco en absolutamente todo lo que te digo 🙂
La entrevista ha entrado ya en máquinas… en diciembre sabréis tanto de mí que probablemente habré dejado de interesaos por completo… 🙂
¡Besos para ti también!
Buenos días, Francesca.
No había leído tu respuesta (ando tan despistada que no señalé que quería seguir todas las respuestas de tu entrada), aunque tal parece que escuché tu sugerencia, porque ayer me salió prosa, de la que duele, la que narra mi fase de transformación. No pensaba dejar huella en twitter, ahora con tu comentario, me has quitado el miedo.
Voy a ver tu entrada de hoy. Besos y feliz domingo pasado por agua (por aquí…).
@Begoña Gamonal. Pues ya ves, aún sin leerla mi respuesta te llegó… o tal vez fue que me llegaron a ti tus deseos antes de escribir la respuesta… ¡vete a saber! el caso es que has empezado con la prosa, y eso me gusta. Besos.