
Observando a la familia del barco, yo veía una visión de lo que ya no tenía. Esa gente habitaba su propio momento, y aunque yo podía verlo, era tan incapaz de regresar a ese momento como de caminar sobre las aguas que nos separaban. Y de esas dos maneras de vivir -habitar el momento y vivir fuera de él- ¿cuál era la más real?.
Rachel Cusk, «A contraluz»
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Ayer estuve esperándola toda la tarde. No podía parar de moverme, supongo que a alguien que me hubiese visto, sin conocerme de nada, le hubiese parecido uno de esos muñequitos con cuerda infinita. Ahora me preparo un café, ahora repaso por cuarta vez que la mesa esté ordenada, ahora me siento, ahora me levanto… Y así, hasta que me dio por pensar que tal vez ya no volvería.
Pero me equivoqué, esta madrugada me he levantado con una especie de determinación, del todo inesperada. He abierto el ordenador y ahí estaba ella, no en forma de inspiración, sino de ganas de escribir. Eso también cuenta, eh, eso cuenta muchísimo.
Después de tantas faltas de asistencia, he vuelto a los domingos de siempre. Diferente, como todos tras este apocalipsis que nos ha encerrado en casa, lanzando rayos y truenos a nuestro alrededor. No siempre podemos elegir lo que nos pasa, pero la mayoría de las veces podemos decidir cómo nos lo tomamos. El sentido del humor es indispensable en nuestro botiquín. También las tiritas. Y que pase lo que tenga que pasar.
Hablando de otro tema (o no), esta semana han ganado las trilogías. Yo he empezado a leer la de Rachel Cusk. He acabado A contraluz (le seguirán Tránsito y Prestigio, estoy segura), un relato sobre una novelista inglesa, que va a un congreso de escritores en Atenas. Rachel Cusk habla de la protagonista a través de las voces de las personas con las que se va encontrando en el viaje. Ese explicarse a través de la interacción con los otros es novedoso en la literatura, pero de lo más común en la vida real. Me ha encantado la historia y, sobre todo, la forma de contárnosla que ha escogido Rachel Cusk. Seguiremos hablando de ella por aquí.
Trilogía también ha resultado ser Carmen Mola, por sus tres libros y por sus tres autores. No he leído los libros, no sabía nada de los autores, pero conozco la escritura en compañía y me alegra cada entrevista que dan después de haberse destapado como trío ganando el Planeta. Preguntas burdas y respuestas ingeniosas, ¿tanto cuesta entender la autoría colaborativa en la literatura? La música hace tiempo que superó esa barrera. Mejor para ella.
Tres perfumes. Ayer salí a comer con ma soeur Thérèse y después nos acercamos a un gran almacén al que no había ido desde hacía más de un año. Está algo cambiado y ahora se parece más a sus homólogos ingleses, con la planta baja convertida en una gran perfumería. Nada más entrar nos tropezamos con Le Labo y no me pude resistir a probar Santal 33, ese perfume que provocó la locura en NY hace unos años y que permanece insistentemente en mi piel, pero no acaba de decirme nada. También probé uno de rosas que desapareció de mi vida al cabo de una hora escasa. Guardé un papel humedecido con Not a perfume de Juliette Has a Gun entre las páginas de la novela de Cusk y esta mañana seguía ahí, insistiendo en que yo sí puedo oler el ambroxan, y empiezo a sentirme en la obligación de darle una oportunidad, ay…
Y ya está por hoy. Mi voz ha vuelto y eso es lo importante para mí, porque una no es que cante mejor que nadie, pero, qué le vamos a hacer, le gusta cantar.
¡Feliz domingo!
Imagen de P.C. (2021)
Hola Francesca,
Vuelvo a tu casa, después de varios años, sin pasar por aquí. Casi no me lo creo, pero es que … »ha pasado la vida». Fui madre, y en los años de permiso maternal y posterior excedencia por maternidad, no estuve tanto como antes por internet, sino para leer un poquito de temas educativos, o para ver algunas series mientras hacia manualidades para él, Martín.
Y leyendo esta entrada (en la que hablas de Rachel Cusk, a la que me acercaré (estoy leyendo este artículo, y me parece interesante, la verdad: https://elpais.com/eps/2021-10-23/rachel-cusk-en-reino-unido-solo-un-lider-con-una-identidad-radical-nos-hara-salir-de-esta.html), me ha resultado de lo más curioso el hecho de que a raíz de la noticia de los autores de Carmen Mola, lo primero que se me vino a la cabeza fue que tú escribiste tu libro con otra persona, y es cuando me he acordado de que hace demasiado tiempo que no me pasaba por le club de los domingos.
Así que, ¿qué tal todo? ¿ha habido novedades? Veo que habeis reestructurado un poquito la página web, supongo que queríais un pequeño cambio, y respecto al libro, ¿cómo vivisteis los primeros años después de vuestra publicación? ¿Y a la luz de estos, cómo veis ahora vuestra obra?
Encantada de volver a leerte.
Que tengas un feliz domingo,
Cristina Verbo I.
Desde Madrid.
P.D. Tomo nota de todos esos comentarios sobre perfumes, y en cuanto pueda, les echo un vistazo… (cuánto sabes, ¿no?). Yo soy de Cristal en verano, y Lou Lou en otoño-invierno, aunque he probado algunas nuevas entre tanto…
Hola Cristina,
¡Bienvenida! Muchas felicidades por tu maternidad. La entrevista de Rachel Cusk es fantástica, gracias por enlazarla. Estoy acabando el segundo libro de su trilogía y ya he comprado el tercero, así es que ya ves, me gusta mucho su forma de escribir. Yo pensé lo mismo cuando apareció la noticia de Carmen Mola, creo que Enrique y yo seremos de las pocas personas que entenderán perfectamente a los autores, escribir es siempre gratificante, pero hacerlo con otra persona es divertido, ameno y, sobre todo, el mejor taller literario del mundo, porque aprendes muchísimo.
Los perfumes me encantan, pero entré en el mundo de la «perfumería nicho» y de ahí ya no se sale 🙂 es un camino sin retorno… Me encanta encontrar ese perfume desconocido que me encanta (a veces solo me encanta a mí, también te lo digo).
Bueno, Cristina, lo dicho, gracias por volver y gracias por comentar. Disfruta mucho de Martín, que aunque ahora te parezca una exageración, eso que seguro que te dicen de que crecen muy deprisa, es verdad. Espero volver a verte por aquí.
Un abrazo muy fuerte desde Barcelona.