Invierno

Qué cansado es querer, pensé. Afanarse, proyectar, ambicionar, no poder contentarse con la perseverancia y la inmovilidad. Qué cansado es lo concreto, pensé, lo que no tiene más remedio que tener contenido.

El hombre sentimental. Javier Marías.

 

Creo que fue en «El cuento de Navidad de Auggie Wren» de Paul Auster, pero no me atrevería a jurarlo, donde leí una frase que me acompaña desde entonces, el protagonista (que no es otro que el propio escritor) le dice a un amigo que siempre que haya alguien dispuesto a creérsela, no hay ninguna historia que no pueda ser verdad. Recuerdo que pensé que en ese caso todo es posible, porque yo misma soy la persona más crédula del mundo.

Ahora seguro que estáis pensando que os contaré que esta semana algún desaprensivo me ha tomado el pelo. Pues no, os equivocáis, hasta donde yo sé, no, no y no… ¡no ha sido esta semana! Sin embargo, es cierto que hace pocos días me sorprendí a mí misma recordando, no engaños, pero sí algunas ausencias que no pueden ser fruto del olvido; no me importó, porque no había verdaderos amigos en la lista; lo que sí hice fue aprovechar la reflexión para resolver inexplicables silencios míos.

Pero no, no era de eso de lo que quería hablar hoy aquí, o tal vez sí, y yo no lo sabía. Quería hablar de lo que dice Marías en la cita que encabeza este post, de la dificultad, del esfuerzo, que supone mantener vivas las querencias. Por eso hay que ser selectivo, elegir (y descartar), quedarse con los más importantes (por lo que dan, o por lo que nos gusta darles).

Es bien cierto que no se puede querer a todo el mundo y, sin embargo…


 

Sigo hechizada por Rankin y por Rebus, mirando de reojo el montón de novelas sin leer que me esperan en la mesita. Sigo acercándome a la orilla, vestida para la ocasión, en la mejor de las compañías. Sigo llenando el armario de dulzuras, cerniendo y amasando. Sigo subiendo a escribir al desván y aprovecho para airearlo.

Sigo aquí, soñando con la primavera.

 

¡Feliz domingo, socios!

FRANCESCA. Leo, escribo, hago pasteles. Siembro.