A veces nuestro destino se asemeja a un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.

Johann Wolfgang von Goethe

♫ Where do you start

 

Cumplo los años discretamente, cuando ya todos estamos hartos de tanta fiesta y nos conformamos con una frase sin brindis que la acompañe. Prefiero que sea así y suelo pasar ese día sin alborotos: conversación, lectura, flores, regalos, la llamada de alguien inesperado, algún olvido, inesperado también… Este año además, vino ma soeur Thérèse a comer e hicimos una pequeña celebración privada y medio improvisada, J. quiso descorchar champán para beberlo a mi salud y yo sentí como se me encendía un pequeño fueguecillo dentro que deberá protegerme hasta la próxima vez que me sienta tan bien querida. Luego, con la luz de la tarde entrando por la ventana del estudio, anduvimos buscando imágenes de escritores y lectores en el ordenador, hasta que oscureció.

Eso fue el viernes y a pesar de la tranquilidad con la que lo festejé, me pasé todo el día de ayer tumbada en el diván, descansando también de las últimas semanas y reponiéndome de mi reciente y accidentada visita al dentista (¡menos mal que antes vi el mar!).

Iba a ser un día dickensiano gracias a esa novela que denota que está escrita por entregas, porque cada poco te tropiezas con una pequeña intriga que te hace seguir leyendo. En este tiempo ese entretenimiento añadido se agradece porque el sol es más triste y no reconforta mirar tras los cristales.

Pero aterrizó en casa “El mayor Pettigrew se enamora” y no pude resistir echarle un vistazo y leer las primeras líneas. Y seguir. Lo acabaré hoy, entre el concierto de estornudos en el que creo que doy la nota más aguda. En este nido cálido, que pronto olerá a la miel de las infusiones y a puro invierno.

¡Feliz domingo, socios!

 

P.S. La foto la hice el jueves en Barcelona. El mar le entregaba la espuma de las olas a una playa que era todo silencio y a mí me parecía imposible estar en la ciudad, con los rascacielos a mi espalda.