Patricia McGill (2010). Notas y letras. Jérôme Hantaï. Haydn: Sonates pour pianoforte. Sonata A Flat Major Hob. XVI:46 2. Adagio (Spotify) |
«El espíritu de la novela es el espíritu de la complejidad. Cada novela dice al lector: ‘Las cosas son más complicadas de lo que tú crees’. Esa es la verdad eterna de la novela que cada vez se deja oír menos en el barullo de las respuestas simples y rápidas que preceden a la pregunta y la excluyen.»
El arte de la novela. Milan Kundera
Poco más hay que decir. Esta semana recibí el Kindle y cometí el error de probarlo con un texto de Julio Cortázar «El diario de Andrés Fava» (lo sé, lo sé, el camino está lleno de peligros…); el libro me enganchó de tal manera que me olvidé de estudiar los comandos y a estas horas sólo sé ponerlo en marcha y avanzar en la lectura… Hay autores que, al leerlos, te obligan a plantearte si abrir un libro de calidad inferior a los que ellos escriben (es decir, casi todos), no es una manera encubierta de perder el tiempo.
Después recuerdo el por qué, a veces, necesito nutrirme de novelas que, aún sin ser excelsas, me ayuden a alejarme de mí misma (y no que me acerquen, como hace esta) y me doy permiso para no leer a los grandes durante un tiempo. Aunque, seguramente, el último «descanso» ha sido demasiado largo y de ahí que me zambulla con ansia en textos que, como el de Cortázar, me obligan a verlo todo… a sentirlo todo… a captar los detalles e, irremediablemente, a sangrar.
Leer «El diario de Andrés Fava» me ha dolido, al recordarme que esas emociones, que me consuela pensar que son producto de la intensidad con la que, a veces, fabulo, son reales… otro las sintió (¿cómo describirlas de no haberlo hecho?) y, por tanto, el dolor que producen (el más profundo: el de la indiferencia), también es real.
Y es que hay momentos en los que me parece que mi primer pecado fue leer un libro. Que eso me condenó, para siempre, a vivir entre elevadas murallas de aire que me separan del mundo; a aceptar que el otro es siempre inalcanzable y la soledad es el único futuro con oportunidad de desarrollarse.
Supongo que las posibilidades de ser feliz aumentan cuando uno no tiene conciencia de esas cosas.
Habrá pues que renunciar a la utopía de vivir en la felicidad… y conformarse con habitar, a veces, la alegría.
¡Feliz domingo socios!
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El miércoles comí con Patricia. Teníamos muchas confidencias pendientes, de esas que se comparten cuando una desea dejar de hacer(se) trampas, para poder así resurgir más fuerte.
Al llegar a casa me envió unas fotografías, que ha hecho estos días, de un antiguo piano de mesa con el que el azar la ha relacionado últimamente (la música la precede, la acompaña y la persigue: padre, hermano, amor… pero ella se escabulle y, lo más que conseguimos algunos, en contadas ocasiones, es oirla cantar). Me llamó la atención, por su belleza, la foto de los martillos sobre un periódico antiguo.
Patricia cree que se detiene poco en los libros y yo, muchas veces, desearía reposar mi cabeza en la música (como entre almohadones)… pero, al ver la fotografía, pensé que, a los que somos altamente reactivos a las emociones, amar por igual la letra y la nota, nos abocaría al suplicio (tal vez dulce), de entender demasiado bien la vida.
www.elclubdelosdomingos.com
Leer un libro, pecado? Noo… Pecado es no sacarle partido a una máquina por no haberse leído el manual de instrucciones. Ya sé que tiene mala fama pero, si no se trata de una traducción surrealista hecha por un chino con un traductor online, suele ser muy útil. Y si lo es, al menos te ríes… 😉
Abrazo, Francesca. Qué gusto haber tenido un ratito para volver a leerte!
@AliyCia. Oye, pues no sé si será que ya estoy acostumbrada (o que mi spanglish es similar al del chino en cuestión… siempre es el mismo el que traduce ¿verdad? ;-D), pero me he puesto a mirarlo tras leer tu comentario, y lo entiendo todo… Valió la pena leerme primero a Cortázar (fíjate tú… hay que hacer más esfuerzo para entenderle, del que hay que hacer para entender al mandarín).
Un placer recibirte por aquí, Alicia. Estoy segura de que sabes que me gusta que vengas, pero, por si acaso, te recuerdo que para mí siempre es un placer leerte (en tu casa y en la mía).
¡Un abrazo!
«Habrá pues que renunciar a la utopía de vivir en la felicidad… y conformarse con habitar, a veces, la alegría».
Temps enrere em semblava un drama, que les coses siguin així. Ja fa dies, però, que sospito que enlloc és escrit que la felicitat sigui viure en la felicitat permanent, sino ser feliç amb les coses petites del dia a dia i assumir que hi ha amunts i avalls, que la vida es sueño y los sueños, sueños son… i que no passa res.
De vegades, però, oblido la lliçó. Ah, la fragilitat humana!
Estoy convencido de que “el otro” es siempre inalcanzable y de que quien piensa lo contrario, vive en una ilusión que, ya sea creada por él mismo o por el mundo que le rodea, le impiden alcanzarse a sí mismo, su auténtica compañía a lo largo de toda su existencia.
Ya ves, tu pecado para mí es tu virtud y, por lo que veo en este club, no te faltan “otros” que se acompañan a sí mismos a través de tu lectura 🙂
Hay libros que se hacen tus «amantes», los «saboreas» de la misma forma, cuando los terminas es como si te hubiesen abandonado y te gustaría encontrar otro igual, aunque casi mejor no …. lei dos así seguidos y caí exhausta.
Con la música, me caso, cuando me gusta algo, escucho y escucho hasta que se hace cotidiano su sonido, hasta que conozco cada nota …. y se convierte en «algo de mi».
Perdona, me había dejado la foto de Patricia y esta magnífica y sorprendente consciencia de los mazillos que se autodenominan “nota” ajenos a la importancia de que, para que esta surja, tienen las cuerdas…Quizás sea esta autocomplacencia con uno mismo fundamental para emprender, si viene al caso, cualquier relación independiente con otro…
«Habrá pues que renunciar a la utopía de vivir en la felicidad… y conformarse con habitar, a veces, la alegría.»
Me la quedo.
Ay, que lista eres m'hija, como me gusta leerte el domingo por la mañana. Si pudiera empezar así cada día de la semana casi casi rozaría esa felicidad utopica 🙂
@Ferran. Ai Ferran, què jo cada cop gaudeixo menys de les coses i més de les persones… i això és un drama, perquè les coses les pots tenir, però les persones, s'esmunyen entre els dits com l'aigua… ens esmunyem, jo la primera…
Saps que adoro al Calderón de la Barca? Quan vaig veure Origen, vaig pensar en «La vida es sueño» i em vaig preguntar perquè, en lloc d'intentar sempre inventar la roda, no reflexionem sobre els clàssics, que ja ho sabien absolutament tot!…
A mi me pasa que hay libros que leo (casi todos) y me abandonan las ganas de escribir, porque yo jamás llegaré a ese nivel. Me pasaba con el dibujo y dejé de dibujar hace 9 años.
Y en cuanto a libros de inferior calidad. Hay gente que escribe mal y engancha. Los bestseller son prueba de ello. Yo cuando no he tenido nada que echarme a la boca he tenido que recurrir a los libros de mi padre o de mi hermana. Pocas veces afortunadamente. Pero después están los que escriben mal y te enganchan de una manera increíble, supliendo su pomposidad o su falta de pericia con el desarrollo de universos ricos, de cosas imaginativas, de sello personal. Me viene a la mente Lovecraft, que fue el que me descubrió que la literatura de género es la mejor de las lecturas para mí, que necesito evadir mi mente.
Referente a lo de vivir en la felicidad… pufff. Yo sobrevivo en entre la pena y el desencanto, eso si con buen humor. Cada uno tiene que adaptarse o morir. Morir tampoco es tan malo. Es tan natural…
@Juana. Estoy de acuerdo contigo, dos libros así seguidos son como para dejarte exhausta. Comparar “El diario…” con un amante me cuesta… muy buen amante tendría que ser, la verdad, Cortázar se entrega en estas escasas 50 páginas como nadie! 😉
De lo de la música, ¿qué quieres que te diga?, la que acompaña el post me la recomendó Patricia, la encontré el miércoles… y ahí sigo, Haydn todo el día y enrabiada porque sé que podría disfrutarlo más, que a mí la música se me queda en el oído y esta me da a mí que es capaz de llegar hasta las tripas…
Gracias por comentar Juana!
@manel. Creo como tú que los demás se engañan, se equivocan… pero son tantos, que a veces reconozco que me hacen dudar. Y es que no quiero ni pensar en que la equivocada sea yo y descubra (cuando ya sea tarde) que ha sido la mía una renuncia sin sentido… yo, que lucho contra molinos, incluso sabiendo que lo son! :-).
Con la fotografía nos tomamos una licencia poética (Patricia nunca se olvidaría de las cuerdas… yo sí, yo sólo escucho y me dejo llevar, sin más análisis). Pero al final son la nota y la letra, el último destilado de la sensibilidad del autor… de ahí el título. Culpa nuestra y del té de canela, no más.
Por cierto, me gusta que te pasees por aquí vestido de ti mismo… pero echo en falta al señor de negro. Anda, ponte una cara, cualquiera de las tuyas servirá 😉
@arati. Qué curioso, esta frase es la que resaltáis casi todos… y fue una de las que más fácil me resultó escribir, porque la tengo asumidísima (y se nota, que ya sé que a veces de tan alegre parezco un poco “sinsustancial” :-D). Quédatela, en mejores manos no va a estar.
Gracias, a mí también me gusta que me leas (y que me escribas… y así leerte un poco más yo a ti)… pero sé que no ha de ser este blog el que te acerque a la tan ansiada utopía… 😉
@Mameluco. Que sepas que he pensado en esa costumbre que aseguras tener de leer sólo autores muertos, mientras reflexionaba sobre el libro. Yo también soy mucho de leer difuntos.
Eso que dices de que un buen libro te quita las ganas de escribir… a mí quitármelas no me las quita, pero me da vergüenza enseñar mis escritos de ficción y ahí están, enterrados en el pc pa' los restos…
Mira, los best sellers están escritos para lo que están escritos y muchos de ellos no pretenden más; en la literatura de género hay de todo (incluso obras magníficas); yo soy mucho de evadirme con los asesinatos ajenos por ejemplo, así sin más… pero me parece bien que se publiquen esas cosas. Con lo que ya no trago es con esas novelas premioplanetistas que escriben escritor@s que luego van paseando sus virtudes literarias por tertulias de tres al cuarto… Yo antes de hacer eso me muero, que, como tú bien dices, tampoco es tan malo después de todo… ¡mejor eso que reventar de tonto!, que diría mi abuela.
Un gustazo su visita Sr. Mameluco, espero que se aficione a pasarse por aquí de tarde en tarde, que estamos necesitados de caballeros austro-húngaros (si es que donde estén los uniformes de antes…) 🙂
No, mujer, los bestsellers que he leído son de John le Carré, Stephen King, Morris West (El abogado del diablo he de admitir que me gustó bastante) o James Ellroy, no de ningún payaso de tertulia estilo César Vidal. Pero el fallo que le veo a estos escritores es que si te interesa el tema bien, pero si no te interesa de lo que escriben son soporíferos.
Por ejemplo, John le Carré. Como no tenía libros en mi retiro veraniego cogí Amigos Absolutos, que como iba de la exRDA, de espias y de grupos terroristas de extrema izquierda pues me engancho. Me pasó lo mismo de nuevo al tiempo, me cogí El Jardinero fiel y como a mi ni me interesan los tejemanejes de las industrias farmacéuticas, ni las ONGs y la madre que los parió me aburrió soberanamente.
Con Pío Baroja no pasa eso. Te puede hablar de un pueblo castellano, de una guerra carlista o de mi ciudad de nacimiento (Córdoba) en la revolución del 68 (La gloriosa) que siempre escribe bien el tío y no te aburre jamás.
@Mameluco. Que sepas que he buscado a César Vidal en el gugel y me lo he encontrado vestido de vaquero con un micro en la mano… si además dices que escribe… Yo le tengo especial aversión a Dña. Prozac Echevarría… que se me ponen los pelos de punta cuando me la tropiezo en la librería (poco, porque afortunadamente no frecuentamos los mismos círculos)… antes prefiero leer prospectos de medicamentos que una novela suya.
Los que nombras no están mal, son de esos para leer entre novelón y novelón, pero es verdad que si el tema no te atrae… Don Pío es de lo más grande que ha dado la especie humana; para leerlo de rodillas, ¡no te digo más!.
Gracias por volver, buen hombre, que pase usted un feliz domingo y ya sabe, ¡a mandar! 🙂
Yo (recuerda que no soy primo tuyo todavía) voy a comentar otra frase tuya, que se me ha señalado más que otras: «la soledad es el único futuro con oportunidad de desarrollarse».
No niña, escribe mejor que «la soledad es el único placer que merece la pena combatir», con el máximo riesgo que eso conlleva, por supuesto.
Si algún día cae en mis manos «El diario..» lo leeré, que no sería mi primer pecado y espero que no sea el último.
Impresiona la foto del periódico. «Aniquilamiento de importantes concentraciones soviéticas…» ¡Dios mío!
ug
@´Tío Eugenio. ¡Qué bien te expresas! (¿seguro que no eres primo mío? :-DDD). Yo creo que las frases no son antitéticas… al final uno siempre está solo y, vale, es un placer (eso está bien) que vale la pena combatir (esto te lo admito porque luego hablas del riesgo, y eso me parece bien también).
No dejes de leer el libro, corre por la red en pdf y son 52 páginas… pero necesitas dos días para leerlo (y dos meses para digerirlo, que no le sobra ni una coma)… yo como lo llevo en el Kindle, releeré párrafos de vez en cuando, a ver si aprendo algo.
El periódico me hubiese encantado leerlo a mí también… 🙂
En realitat, els contemporanis són sempre refregits del passat amb vestits del present…
Que passis una bona setmana, maca.
@Ferran. Pues si, mayormente…!!! Una bona setmana per tu també, Ferran! (ja he vist que el logo que m'agradava a mi, només m'agradava a mi… si és que sóc rareta… XDDD)
Petons!
Habrá pues que renunciar a la utopía de vivir en la felicidad… y conformarse con habitar, a veces, la alegría.
De lo mejor que he escuchado últimamente. Y eso que creo que no la apreciaríamos en todo su valor si viviésemos permanentemente en la felicidad.
Yo preferiría habitar la alegría, mas de andar por casa, y salir de vez en cuando. Que dicen que esto de la felicidad es un camino y no un estado.
@Antonio Galindo Galindo. ¡Alegría la que me da a mí leerte por aquí, Antonio! Tienes razón, la felicidad no sé si es un camino, o que es, pero lo cierto es que se me antoja demasiado severa, muy estricta con los requisitos que hay que tener para alcanzarla… la alegría es más accesible, más de andar por casa como tú bien dices… casi que huele a pastel recién salido del horno, mientras que la felicidad es un plato de restaurante caro, de esos en los que a veces ni siquiera te sientes cómodo…
Gracias por pasarte, hablar… ¡y mejorar este espacio!
Perdón, pero si hay un libro que no se puede leer en pdf es El diario de Andrés Fava. Es un libro para leer en libro, lápiz en mano, en el banco de un parque, una mañana sin sol, cuando todo el mundo está en el trabajo, y preferiblemente si te acaba de dejar tu novia o sientes que tu vida va a la deriva, abandonando la adolescencia.
Entonces te entrega toda la alegría que atesora un vaso de vino, el recorte de un pedacito de sol. Te muestra el camino de la felicidad prometida.
@Enrique. Ay, Enrique… ¡siempre, llevándome la contraria!… y siempre teniendo tú la razón. ¡Pero no hubo otra!, después de lo que me dijiste quería leerlo y no lo encontré impreso… parece ser que los editores (o los libreros, ya no sé) de este país no piensan como nosotros y tuve que desistir de mi empeño tras recorrer varias librerías. Prefería el pdf a nada y me quemé la retina (porque no sabía todavía como cambiar de formato y la letra se veía minúscula). Pero lo leí con un lápiz y un cuaderno al lado, para anotar lo que se me iba ocurriendo, que fue mucho, aunque no todo lo que debería.
No hubo parque, ni abandono, aunque sí hubo vida a la deriva… si naufragar en las costas de la propia melancolía cuenta (me dejas que cuente, ¿verdad?).
No te me enfades Enrique, que me encanta que vengas por aquí, a regañarme y a espolearme para que esté a la altura. No, no te me enfades, porque si finalmente encuentro el libro en papel lo compraré, para tenerlo y para revelarme contra esa industria editorial a la que no va a hundir Internet sino su propia decadencia.
Ven más.
(me entregó su alegría y me mostró el camino… pero está lleno de peligros, lo sé)
Que no, dona, si maco ho és; només un pot ser l'escollit, però tots tenien la seva gràcia. I, sobretot, la gràcia d'haver-se pres el temps de dedicar-s'hi. Són genials, els nostres dissenyadors!
@Ferran. Bé, aconseguir engrescar a la gent perquè faci coses també té mèrit, eh… amos, digo yo! :-)))
¿Tienes un Kindle? ¡oye!¡qué bien! creo que eres la única, no es algo que lo puedas comprar en la tienda de la esquina.
No te vayas a creer que me gustan los aparatitos, pero es que leer en el ordenador me mata. Y un juguetito así te permite (creo) poder leer los periódicos, los blogs, sin esa luz radiante, y donde quieras.
El mío no tiene wifi.
@Icíar. Me lo compré casi por error, pero ahora me alegro de haberlo hecho, porque va perfecto para leer documentos del trabajo y ficheros propios. También para esos libros de ficción distraídos… para Cortázar, Dinesen, Wilde… pues no, esos prefiero tocarlos, olerlos, no sé, me gusta una buena edición…
Pero el aparatito es de lectura fácil, sin retroiluminación, no cansa la vista… en fin, muy recomendable siempre que cuentes con un programa que te transforme los pdf en ficheros legibles por Kindle y a los que les puedas modificar el tamaño de letra y permitan hacer anotaciones.
Para la tesis me va a ir de cine! (el wifi lo utilizo poco, la verdad, pero es que hace dos días que lo tengo como aquel que dice).
Gracias por tus visitas de hoy. Me alegra verte por aquí, ya lo sabes.