Para J.
Que siempre vio la boa que se comió al elefante
Porque sigue viéndola
… ¡y porque, tal día como hoy, lo abracé por primera vez!
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«Cuando encontraba a una persona que me parecía un poco lúcida, hacía con ella el experimento del dibujo número 1, que siempre he conservado. Quería saber si era realmente capaz de comprender. Pero siempre me respondía: Es un sombrero. Así que ya ni le hablaba de las boas, ni de selvas vírgenes, ni de estrellas. Me ponía a su misma altura. Le hablaba de bridge, de golf, de política, y de corbatas. Y la persona mayor se quedaba muy contenta de haber conocido a un hombre tan razonable»
Antoine de Saint-Exupérie. El Principito.
Hoy es el cumpleaños de J. y no está conmigo. Un amor juvenil lo mantiene ensimismado en una playa mediterránea, nadando en felicidad.
Lejos quedan aquellos días en los que se encaramaba a mi cama con un libro en la mano, dejando claro que quería que se lo leyese. Nos sentábamos entre cojines, mis piernas cruzadas, como un nido donde él se cobijaba. Yo mantenía sujeto el cuento frente a él, que contemplaba los dibujos mientras yo leía en voz alta, sintiendo el calor de su espalda contra mi vientre.
Le gustaba «El Principito» y aquel mundo redondo, desde el que veía las estrellas, sin caerse. Pero cuando reía a carcajadas (con esa risa clara que siempre ha tenido), era frente a la serpiente que escondía un elefante en su interior… y que los mayores confundían, siempre, con un sombrero. «Haz el señor tonto, mami, haz el señor tonto»… y yo impostaba la voz, intentando imitar la de un hombre arrogante (y es que el rasgo que mejor define a un tonto es su arrogancia) e inventaba respuestas posibles «eso es un sombrero, niño, ¡vaya tontería de pregunta!»… ganándome así el regalo de su risa.
Hoy J. anda sumergido en olas y abrazos. Y me alegra… pero me he despertado y, entre sueños, flotaba en mis ojos esa imagen, de dos niños, acurrucados, leyendo un cuento.
¡Cuánto amor me ha dado sin saberlo!
www.elclubdelosdomingos.com
Me has conmovido, los sueños nos traen recuerdos …. siempre me gustó soñar.
¡Qué bonito! No dejes de enseñárselo a tu hijo para que vea la suerte que tiene. No sólo de que le quieras tanto, sino también de que le descubrieras esa obra maestra.
Yo me imagino que vosotras, las madres, os aprendisteis bien esta parte:
“Seguramente, cualquiera que pase creería que mi rosa se les parece. Pero ella sola es más importante que todas ustedes, puesto que es ella a quien he regado. Puesto que es ella a quien abrigué bajo el globo. Puesto que es ella a quien protegí con la pantalla. Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa”.
Gracias a ti y al otro J., por no embutirme nunca el sombrero.
P.D.: La Samira dice que ya había visto el blog alguna vez, eres famosa mami.
És preciós, Francesca. Digne fins i tot de formar part d'un annex del Petit príncep. Jo tinc ganes que el meu nebot sigui una mica més gran i poder-li llegir capítol rere capítol fins acabar el llibre, i veure'l amb la boca oberta expectant per saber com continua la història.
I, un dia, no me n'adonaré i també haurà fet tants anys com el teu fill, a qui segur que també li ha encantat el post, oi, mami? 🙂
Encantador!
Una abraçada!
@Juana. Gracias, a mí también me encanta soñar… y despierta más 😉
@Irene. ¡Qué gusto verte por aquí! El fragmento es precioso, como todo el libro, y que me lo hayas recordado precisamente tú es… ¡mejor! Besos, guapa.
@J. ¡¡¡¡Te q-u-i-e-r-o!!!!
@Nur. Llegir-li aquest llibre a un nen és tota una experiència! T'ho recomano, gaudiràs tu tant com ell, segur. I sí, li ha agradat 😉
@JZT. Ets el Julio, oi? Gràcies per passar-te per aquí. Una abraçada! 🙂
Por cierto, esta mañana se me ha olvidado decir: feliz cumpleaños primo! Es que me he despistado con el Principito, que me encanta.
Me gusta mucho lo que escribes. Un abrazo, os seguimos esperando en la capital!
Doncs felicitats per la part que et toca i, sobretot, perquè tens un fill que estimes: això és una de les millors coses que et poden passar a la vida. Un petonàs.
@Irene. Gracias, guapísima!!!!!
@Imma. Gràcies maca, el millor és el J., això segur! Un petó per tu també!
Fantástico el cuento, fantásticos los comentários y las respuestas…A mí también me trae sabores…de otros cuentos, y de otras infancias perdidas…o no tanto!…:-)
@cumClavis. Gracias por comentar hoy, Manel. Siempre me gusta que lo hagas… pero hoy más. No me cuesta nada, pero nada, imaginarte en escenarios parecidos al que describo. Y creo que tienes razón, las infancias… todas… siguen ahí. ¡Un abrazo!
Ara quedaré molt malament… ho sé! El cas és que jo vaig llegir el llibre en una etapa equivocada de la meva vida i se'm va atravessar. El vaig trobar nyonyo, tonto i un munt de coses més (i cap d'elles positiva).
El que potser t'agradarà és que gràcies al teu post estic disposada a donar-li una segona oportunitat.
Ah, i no escriguis més posts així, que estic toveta i m'has fet saltar més d'una llàgrima! Pots parlar d'esports, de botànica, senderisme….;-)
@Matty. Tu mai quedes malament… i menys devant meu que sé del teu bon gust per escollir lectures; el que passa és que tots els llibres tenen el seu moment, no em canso de dir-ho… faràs bé de donar-li una altra oportunitat, s'ho val!
Res, ara tranquil·la que fins l'any que ve no toquen més post «monyes»… ;-)))
Ai, nena… anima't i vine cap a Berlin, que al final ja veus, fins i tot a mi m'han enredat i em penso passar tota una setmana… pensa que amb el fred que farà se'ns quedarà el cutis com el d'un bebito… 🙂
M'ho estic pensant però en tot cas hauria d'estar menys dies que vosaltres. O sino m'emporto tota la tropa… i no és plan.
Quin apunt més maco, Francesca!
Felicitats per al J., però també per tu per portar-lo al món!
Petons, maca!
PS Estic contenta que coincidim a Berlín. Em ve molt de gust!
@Matty. No t'ho pensis més que és pitjor… llençat a la piscina directament!!!! Vaaaaaa, vineeeeeeee…
@Rita. Gràcies maca! A mi també em ve molt de gust passar uns dies plegades a Berlín!!! Segur que ens ho passarem molt bé!
Qué bonito y qué cierto. A mí me pedía J. que me sentara en su camita y le contara el cuento de «los niños y el perro mastín jugueteando por el bosque». Como todos tenían un final felíz, él se dormía sonriendo. Yo le arropaba en silencio.
@Andrés. El cuento de los niños y el perro mastín nos ha acompañado a todos… ¡a mí la primera! Gracias por recordármelo, papá. Montón de besos. 🙂
Yo siempre le leía a mi hijito Luis desde pequeño, gracias a eso es un hoy es un muy buen lector.