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Birds (2011). Mandylovesbcn Maybe You’ll Be There. Diana Krall |
Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá?
Y ante ciertas personas, uno se pregunta: ¿qué leerán?
Y al fin, libros y personas se encuentran.
André Gide
He leído Suave es la noche en medio de un verano atípico, por cuanto de trabajo en soledad tenía. Aposté por Fitzgerald porque sé que nos entendemos bien.
Él escribe historias que incitan a la lectura lenta y a mí eso ¡me hace tanto bien! Suave es la noche es un libro que te muestra la esencia de las cosas, el armazón sobre el que se sostiene la vida. Los huesos. El amor.
Y es que el amor está en el fondo de todas las historias. Pero en la superficie… ¡hay tantas emociones! Parece que nada se mueve en la soleada Riviera y, sin embargo, ante nuestros ojos las víctimas se convierten en verdugos, los generosos en ruines, los gallardos en cobardes… y todo lo contrario, del ser más empequeñecido, mana la luz fulgente que solo la ternura hace brotar.
Tal vez porque el verano ha sido cálido y solitario, o porque siempre intento alargar la lectura de las novelas de Francis Scott Fitzgerald, he buscado entre las hojas de este libro qué es lo que separa a Gatsby de Dick, el médico que lo protagoniza. Creo que es la consciencia de su soledad. El primero está solo desde siempre y desde siempre lo sabe, el segundo no lo descubre hasta el final, cuando puede que sea ya demasiado tarde. En realidad todos los personajes de Suave es la noche están solos, pero únicamente unos pocos lo sospechan; los demás malviven esa existencia que han llenado de banalidades, para no mirar y descubrir que si algo hubo, ya nada queda.
«Mientras se sentaba en el borde de la cama, tuvo la sensación de que todo estaba vacío: la habitación, la casa, la noche. En el cuarto de al lado Nicole se quejó en el sueño y Dick se compadeció de la soledad que pudiera estar sintiendo. Para él el tiempo estaba normalmente parado y cada pocos años se aceleraba precipitadamente como una película que se rebobinara muy deprisa. Pero para Nicole, el reloj, el calendario, los cumpleaños señalaban el paso de los años, y además debía hacer frente a la idea desgarradora de que su belleza se iba a marchitar».
Desde que era una adolescente, cuando leo algo que me parece sublime, sueño esperanzada que algún día, tras muchas otras lecturas, olvidaré esa y así podré, en algún tiempo futuro, volver a disfrutarla como el primer día. Tengo una libreta donde he ido anotando títulos mágicos, que en algunos casos llevan ya años esperándome. Al final de esa maravillosa lista, en agosto escribí «Suave es la noche de Francis Scott Fitzgerald»… aunque sé que cada vez tengo menos tiempo para olvidar. Tendré que darme prisa.
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La mañana sobreviene siempre de pronto, como la vida. Me despierto antes del amanecer y lo espero y, sin embargo, el sol se agazapa y aguarda a que me ponga a hacer el café o a que la visión de las primeras nubes me ensimisme. Entonces aprovecha y se despereza a solas. El sol se despierta pudoroso.
Algunas personas hacen lo mismo. Aprovechan un descuido y entran en tu corazón por una rendija. Buscan el rincón más oscuro, aquel que ya no palpitaba apenas, el que creías muerto, y lo despiertan con suavidad. Mientras, la vida sigue para ti como si nada pasase, hasta que un día, de repente, te das cuenta de que todo ha cambiado y ya nunca será igual.
El corazón amanece como el día. Los dulces temblores de los que hablan los poetas, no tienen vida propia, siempre son el preludio o el adiós del terremoto. Del alma que se resquebraja, para así poder acomodarse a la vida.
Y eso es bueno.
¡Feliz domingo, socios!
www.elclubdelosdomingos.com
Siempre recuerdo a uno de mis Maestros diciendo: «la soledad se traspasa, pero tienes que quedarte ahí, soportar su intensidad para poder hacerlo ….» es como si hubiese un agujero que no ves, está ahí y te tienes que dejar caer …. como Alicia en el País de las maravillas …. lo que encuentres después transformará tu existencia ….
¡Feliz Domingo!
Es tan agradable despertarse los domingos con tus posts! Buenas costumbres que me gusta recuperar.
Espero que por mucho tiempo sigamos manteniendo abiertas las rendijas a las lecturas, a las sorpresas y a los amores. El día que no tengamos grietas que nos hagan permeables… será porque nos habremos convertido en viejas. Y herméticas. Mientras tanto… aprendemos y nos hacemos sabias, con resquebrajamientos ocasionales. 😉
Hola, Francesca:
Pues hoy me he pasado con ganas por tu club, en horas no tan mañaneras porque me he levantado a las 9:30. No he visto el amanecer 🙁
Tomar sentido del tiempo es incómodo o superfluo, según cómo cada cual se sienta en ese momento. Si el aquí-y-ahora es vibrante, pasas literalmente del desgarro del tiempo. Pero no siempre es así. Hoy me has dejado rumiando esta frase que nos has regalado: «sé que cada vez tengo menos tiempo para olvidar. Tendré que darme prisa»
¡¡feliz domingo!!
No et pots imaginar com he gaudit Francesca rellegint “Los Puentes de Madison County”. Quina magnífica història d’amor i de renúncia… i quina manera de plorar!! i estava a punt de començar a llegir “El vestit gris” de l’Andrea Camilleri que crec que s’adiu amb la meva nova situació de dona separada…però m’hauré d’esperar i tot per culpa teva! si senyora, sí! tu anar insistint en que si el Fitzgerald això que si el Fitzgerald allò…i au! ja tinc a les mans “El gran Gatsby” i també el rellegiré http://bit.ly/nfz9ag crec que aquest tampoc em farà oblidar el senyor Darcy 😉 i més endavant…”Suave es la noche”
Un comentari per a la Juana amb el teu permís Francesca: «Pues ya ves aquí estoy Juana dejándome caer…a ver en que se transformará mi existencia…»
Feliz Domingo i bona Diada!
Uff…volia enganxar això http://bit.ly/hhE6nD i m'he fet un embolic! 😛
Isabel, si necesitas ayuda, no dudes en pedirla, hay desiertos en nuestro interior, hay montañas que superan a todo el Himalaya …. si necesitas algo o a alguien ¡grita! …. para eso estamos los demás …. siempre he tenido una mano a la que cogerme …. siempre ….
Muchas gracias Juana por tu amable ofrecimiento! de momento me dejo caer bastante bien, voy haciendo el muerto -como en la piscina- cuanto más tranquila me siento mejor desciendo. Aunque hay momentos en que me distraigo y a punto estoy de hundirme… pero, vuelvo a estirar los brazos mirando al cielo, recupero el equilibrio y continuo flotando.
Que suerte tienes! y no lo digo solo por lo de tener esa mano amiga a la que siempre te has podido acoger… sino porque has estado lo suficientemente atenta para saberla ver…y quizás por eso es por lo que estoy aquí…veo muchas manos amigas a las que acogerme gustosa en esté cálido rincón del que nos deja participar Francesca 😉
Francesca, pues yo también me he quedado prendida en la misma frase que Amalio: “aunque sé que cada vez tengo menos tiempo para olvidar. Tendré que darme prisa”.
Parece que para olvidar tendemos a llenarnos de nuevas vivencias con las que mantener activos nuestros sentimientos. Supongo que será efecto de los años, aunque nos guste llamarlo experiencia, pero yo cada vez olvido más las circunstancias y, en cambio, atesoro la esencia. Me gusta lo que dice Juana “»la soledad se traspasa, pero tienes que quedarte ahí, soportar su intensidad para poder hacerlo….» No es fácil quedarse ahí, pero es la única forma.
Entre la calma que transmites con la lectura y la prisa por el olvido, este post de produce una rara sensación, como de desconcierto que se cuela por las rendijas…
Feliz domigo! 🙂
@Juana. Qué cierto es eso, Juana. Y además es aplicable a cualquier sentimiento… pasamos a través de ellos y hay que dejarse caer, para salir indemne de lo malo y para que nos empape lo bueno… así es la vida.
Un abrazo.
@arati. Sabes que suscribo todo lo que dices. Hay que vivir hasta el final y eso significa romperse una y mil veces y una y mil veces, reconstruirse… y dejarse sorprender.
¿Te gusta venir? ¡pues ni te imaginas el placer que es para mí recibirte?
Feliz semana, Judith!
@Amalio A. Rey. A mí es que me parece que la memoria está sobrevalorada (y mira que yo soy de las que tengo un montón), a veces hay que olvidar. Si uno arrastra todo es como vivir portando una mochila llena de piedras… hay que aligerar peso y quitar lo inútil y lo doloroso. Pero también hay olvidar las cosas buenas, para revivirlas otra vez, como esos libros que nos ayudan a ser felices… cada vez hay menos tiempo sí, pero cada vez somos más expertos y eso ayuda a saber escoger con qué quedarse…
Feliz domingo, Amalio y un abrazo.
@Isabel y Juana. Gracias a las dos, lo que habéis hecho hoy aquí es mágico. Y me habéis regalado felicidad en estado puro… ¡este Club funciona incluso sin estar yo presente!… Es lo que he querido siempre: un espacio donde la gente pudiese hablar de la vida, la literatura, los sueños, conmigo y entre ellos.
Hoy estoy con mucho trabajo todo el día, es urgente y requiere atención, así que me he aislado del mundo y ahora entro aquí y me entero de que os habéis servido un te y habéis estado hablando entre vosotras, ofreciendoos ayuda mutua y disfrutando de un rincón que se creó para eso.
Muchísimas gracias a las dos. Cuando alguien me pregunte para que sirve tener un blog, tendré que decirle que, a veces, para que te alegre la vida. Un abrazo muy fuerte.
@Isabel. ¡Hola! qué gusto verte. Yo también pienso que hay que quedarse con lo esencial, tener «memoria sentimental» y punto.
La frase que nos ha regalado Juana es genial, no solo por lo que interpretas, también por la forma como lo dice: «la soledad se traspasa», y me imagino entre la niebla que tanto miedo me daba de pequeña cuando íbamos en el coche… y que siempre se acababa, «¿falta mucho papá?», «en seguida se pasa, duérmete un poquito y ya verás como cuando te despiertes ya no está»… que bonito es pensar que lo malo, también desaparecerá al despertar…
Feliz semana ya, hoy vengo tarde, pero no ha sido por falta de ganas, es que a veces la vida se interpone.
Un abrazo.