Niffty. Into each rain some life must fall. Con licencia CC
Ayer, en el Congreso Internacional EDO 2010 al que estoy asistiendo, una ponente me sorprendió con un frase curativa de un libro que os recomendé hace poco (y que intuyo os ha dado pereza leer,   porque no es ni ensayo ni ficción, y entiendo que tenéis que hacer un acto de fe en mi criterio… duro, lo sé :-D), pero os voy a dejar aquí este fragmento, como recordatorio de que «Las ciudades invisibles» de Calvino se sumó hace poco a la siempre presente «De profundis» de Wilde, para conformar el cielo ético que me ampara (o que pretendo que lo haga) y ya sabéis, si no conocéis mis principios éticos, no me conocéis a mí… porque el resto son sólo añadidos que cambian como el viento, pero el criterio moral es lo que nos construye y nos deja ser lo que somos. Tenerlos a mano y releerlos a trozos, a ratos, a golpes de pura necesidad, me resulta imprescindible para poder seguir en esto de intentar aprovechar dignamente la vida.
«El infierno de los vivos no es algo por venir; hay uno, el que ya existe aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Hay dos maneras de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de dejar de verlo. La segunda es arriesgada y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacer que dure, y dejarle espacio»

Italo Calvino, Las ciudades invisibles

Me quedo vigilante, con la última frase, y busco con la esperanza de saber reconocer a esas personas que no forman parte del infierno y con las que te puedes cruzar (como me pasó a mí con Calvino ayer), cuando menos te lo esperas. De momento, con una de ellas (hay más, hay más, a algunas las conozco ya, a otras las conoceré, estoy segura… ¡tengo suerte!), T., me voy esta tarde al cine… la normalidad regresa, sigilosa, a mi vida.
www.elclubdelosdomingos.com