Stevenson

Cuál es, entonces, el objeto, y cuál el método de un arte? ¿Cuál es su fuente de energía? El secreto es que ningún arte compite con la vida. El método del hombre, cuando crea, es cerrar los ojos a medias para protegerse de la confusión de la realidad. La literatura huye del desafío directo y se empeña en perseguir un objetivo creativo e independiente. No imita la vida, sino el discurso: no imita los hechos del destino del hombre, sino el énfasis y la supresión con que el actor humano los declama.

Una humilde protesta (1884). Robert Louis Stevenson.

1. El estilo. Stevenson dice que el material con el que trabaja el escritor es el dialecto de la vida. A diferencia del pintor que utiliza materiales plásticos, el escritor solo tiene a su disposición palabras, las mismas que utiliza cualquiera en la vida cotidiana. El buen estilo dependerá entonces de la elección y de la disposición. Como en el caso de la música, su patrón se construye de “sonidos sobre el tiempo”. Según explica el autor de ‘La isla del tesoro’, palabras y pausas van tejiendo una malla con instantes de significación en equilibrio musical donde el argumento encontrará el lugar más idóneo para desenvolverse. Cada elemento que se va añadiendo al patrón (por ejemplo, el ritmo de las frases), enriquece el estilo y refuerza el interés del significado.

“Una malla es algo sensual y lógico a un tiempo, una textura elegante y plena. Eso es el estilo: el cimiento del arte de la literatura”.

2. La verdad. Escribir libros es, para Stevenson, una actividad que, como cualquier otra, ha de ser honrada y útil. Una literatura que busca solo el beneficio económico producirá obras vulgares y vacías. ¿Qué quiere decir Stevenson? Quiere decir que escribir obliga a asumir un compromiso con el arte de la escritura. “Abordar todos los temas con el espíritu más elevado, más honorable y más valeroso posible, en coherencia con el hecho, es la primera obligación de un escritor”. Respetar el trabajo que se ha elegido, ser sincero con uno mismo y defender la vida son las condiciones de ese compromiso con la literatura, tal como lo ve Stevenson. En la base de ese compromiso hay dos obligaciones: intentar captar la vida como es, sin falsearla, e intentar hacerlo lo mejor que uno pueda. “Hay dos deberes que son de obligado cumplimento para cualquier hombre que entra en el negocio de la escritura: la veracidad de los hechos y un buen espíritu en su tratamiento”. Ese espíritu, basado en la sinceridad y en el genio, es el que hará aflorar algo de verdad en las obras buenas. Lo que descalifica una obra es la impostura, la insinceridad, la falta de talento y otras debilidades que provocan una visión distorsionada de la vida:

“La parcialidad es una forma de inmoralidad, porque cualquier libro que ofrezca una imagen engañosa del mundo y de la vida es un libro equivocado”.

APUNTE SOBRE EL AUTOR

Todas las citas pertenecen a ensayos y críticas de Robert Louis Stevenson que Libros de la Espuma recopiló en el volumen ‘Escribir‘. Además de ser el autor de ‘Doctor Jeckyll y Mr. Hyde’ y, sobre todo, de ‘La isla del tesoro’, las dos obras por las que es más conocido, Stevenson escribió ensayos sobre el arte de la ficción y críticas sobre escritores contemporáneos suyos. En estos trabajos, publicados en revistas literarias como Scribner’s Magazine o Fortnightly Review, podemos encontrar reflexiones sobre su experiencia como escritor y sobre sus preferencias literarias. Se revela aquí como un gran conocedor de la narrativa de su tiempo y como alguien que se tomaba muy en serio la literatura. La misma editorial acaba de publicar otro libro de Stevenson, esta vez sobre la otra pasión del autor escocés: los viajes.